Mariela Villar

Nací en la ciudad de Buenos Aires en enero del ´68. El arte siempre tuvo presencia en mi vida. La elección de mi carrera tuvo que ver con la estética, con la importancia que tiene para mí la imagen. Siempre tuve marcado interés en el diseño, la historia, la semiótica y el urbanismo. La vida de arquitecta en mi imaginario tenía que ver con eso, y con el rol de directora, con poder ver la totalidad de un proyecto anticipadamente y planificar, coordinar el proceso que lleva a la concreción de una idea. De esta profesión tomé, para cada actividad que ejercito y cada disciplina que practico: la visión espacial, las diferentes escalas y sus significados.

Me recibí al mismo tiempo que empecé a armar mi propio núcleo familiar y comencé esta formación gracias al encuentro con Marta Zatonyi. En sus cursos pude abrirme también a nociones de filosofía y sociología. Esto cambió mi manera de pensar y colaboró en mis primeros años de ejercicio de la arquitectura. A mediados de los años ´90 comencé a hacer investigaciones en Urbanismo, luego a trabajar en la gestión pública, en políticas habitacionales con ocupas y en autoconstrucción. Luego de obtener un primer posgrado en Economía Urbana abandoné esa actividad y me volqué de lleno a lo creativo.

Ya con tres hijos, dedicada a la arquitectura e inclinándome hacia el diseño gráfico, comienzo a encontrar un canal en la fotografía. Estudio en la Escuela Argentina de Fotografía (EAF) y en la escuela de Diego Ortiz Mujica –espacio físico que años más tarde rediseño desde la arquitectura-. La fotografía analógica toma un largo período de mi vida y sigo entonces un camino de formación más independiente, tomando talleres de curaduría y haciendo clínica con Fabiana Barreda.

Gracias al impulso de un excompañero de clases abro una galería de arte que comienzo con él y continúo por mi cuenta. Lila fue un espacio de exhibición que promovía también cursos para seguimiento de obra.

En paralelo a este camino inicio una maestría de Historia de la Arquitectura y la Ciudad en la UTD. Comienzo también a cursar seminarios con Vivian Galbán y es así como comienzo a integrar mis conocimientos, mi trabajo de campo y mi experiencia como arquitecta con mi pulsión hacia la fotografía.
Luego con la fotografía y otras técnicas para darle una vuelta y trabajar en su intervención.

Al ver hoy mi trabajo fotográfico asumo la influencia de mis recorridos en ella, mi interés por el espacio, la geometría, las distintas miradas sobre la ciudad y cómo se habita.
Quiero que lo que hago circule y pueda verse en muchos formatos, y también colaborar con que esto pase con la obra de otros. Este es mi desafío hoy.