De cada espacio observado, natural o construido, mi mirada detecta esa geometría, sus líneas y formas casi de manera automática. Busco transformarlos en escenarios de posibles relatos. Sitios de llegadas, partidas, intercambios, donde cada uno pueda situarse y hasta comenzar otra historia. Mi lente se convierte en “voyeur”, testigo de vínculos y no vínculos que este espacio nos impone.

A partir de la fotografía, tanto analógica como digital, fui recorriendo diferentes propuestas, desde el blanco y negro al color, desde personajes que cuentan historias hasta imágenes puramente abstractas. Así, llegó el momento en el que necesite incorporar otros modos expresivos y reconsiderar el camino recorrido desde la mirada misma del paso del tiempo y la comprensión de las diferentes etapas.
Fue entonces cuando surgieron nuevos señalamientos. ¿Por qué ahora intervenir imágenes que ya estaban como cuerpo de obra? ¿por qué la intervención? Para darles otras lecturas. A su vez, siempre trabajé en capas, layers de imágenes y de conceptos en diálogo con la geometría, el espacio, la naturaleza y la abstracción.